Todos en la vida buscamos el éxito, buscamos huir de eso que llamamos fracaso, pero… ¿Qué pasaría si hoy te dijese que tienes la oportunidad de no fracasar jamás?
Piénsalo, ¿Qué es el fracaso?
El fracaso es el nombre que le damos al momento en el que intentamos algo y no lo conseguimos, no llegamos a un objetivo o no cumplimos las expectativas creadas. Pero… ¿es esto fracaso?
Tenemos una cultura en la que fallar, intentar hacer algo y que salga mal se considera un fracaso, cuando en realidad es un éxito. Y es un éxito, porque estás poniendo a prueba tu potencial, estás siendo mejor que ayer, estás dando un paso adelante en tu formación interior, porque, con el mero hecho de intentar hacer algo, ya es un éxito. Podríamos llegar a decir que el fracaso no existe, creo que el fracaso solo existe cuando no lo intentas, cuando decidimos probar un poco y vemos que es demasiado, eso es el fracaso. Pero bastará con que lo intentes de verdad una sola vez para que tu objetivo sea un éxito, quizás no sea un éxito rotundo, que no sea lo que esperabas, pero será un éxito.
Vivimos en una cultura en la que fracasa el que intenta hacer algo y no lo consigue, y tiene éxito el que lo consigue a la primera. Pero yo os pregunto, entonces si Messi (por poner un ejemplo), hace mal un regate se tendría que retirar del fútbol ¿No? Como a “fracasado” en ese regate entonces, es malo.
Es absurdo ¿verdad? Pues en la vida real es lo mismo, que nos salga una cosa mal no quiere decir que debamos de dejar de intentarlo, porque no es exitoso aquel que nunca pierde, si no el que nunca se rinde.
Pero entonces ¿Nunca se fracasa?
Una persona fracasa cuando abandona, y abandonamos algo cuando no nos hace feliz, y algo no nos hace feliz cuando no nos motiva. Por ello, el hecho de tener éxito o fracasar está estrechamente ligado a la motivación, y esta motivación al final, influye en nuestro estado de ánimo.
Por eso, por lo general el éxito está asociado a las personas felices, consiguen lo que se proponen o están en camino de hacerlo, se motivan y como consecuencia final… son felices, simple pero cierto.
Es por ello que se dice que ser feliz depende de ti, tú decides si te vuelves a levantar, tú decides si puedes obtener éxito, y lo más importante, tú decides si eres feliz.
Recuerdo que en un antiguo post que hice parecido a este, dije que debíamos de competir con nosotros mismos, y ello se debe a una frase que dice algo como “Si el éxito ajeno provoca en ti una actitud silenciosa, incómoda o crítica, examina lo que se oculta tras tu reacción. El éxito de los demás no te rebaja en absoluto”.
Y es que la verdad es que tu vida no necesita competir con la de los demás. Cada uno somos totalmente diferentes, percibimos las cosas de manera diferente y pensamos de forma diferente. Por lo que competir, querer ser mejor que los demás, será el mayor error de nuestra vida porque si haces eso tienes dos caminos:
El primero y más probable es que te canses a mitad de camino, y el segundo y más improbable es que llegues a la cima. Y si llegas a la cima, entonces te estancarás, porque contra quien vas a competir, ya no tienes a nadie más por encima, ¿y sabes que pasará? Que te estrellarás.
Lo que yo te recomiendo es que no intentes ser perfecto, no intentes ser el mejor, intenta ser mejor de lo que eras ayer y peor que como serás mañana, y así encontrarás el éxito.